Quizás me equivoque.
Quizás no era el momento ni el lugar.
O simplemente me equivoqué.
No eras tú.
Hoy me despido.
Me gustaba lo que sentía,
juro que me encantaba.
Pero decidiste que lo abandonara.
Voy a extrañar...
Ver el brillo
que generabas en mí mirada.
La sonrisa
estúpida al sentir tu voz.
Que corrieras
por mi mente sin razón,
por la mañana al despertar,
por la tarde al merendar,
y por la noche al dormitar.
Te dejo mis cartas, mis canciones,
las palabras que no supe decir,
las risas juntos,
cada momento unidos.
Tus besos a la semana de conocernos,
la fuerte atracción al abrazarte,
mirarte como a nadie nunca vi.
Hoy me despido,
porque no me queda otro remedio,
porque sentimos cosas diferentes,
porque me equivoqué.
Adiós,
fue bello
sentir
reír
querer
de esta manera.
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